martes, 24 de julio de 2012

Un extraño líquido verde


Era el año 2006 y vivía en un piso compartido junto con cinco chicas. El verano se acercaba sigilosamente como lo suele hacer en Alemania, esperando agazapado para aparecer de golpe en algún momento entre junio y julio.

Había observado aquella olla durante una semana, inmóvil al lado de la vitrocerámica y cerrada con su tapa esperando a que su dueña se ocupase de ella. Decidí preguntar a mis compañeras de quién era la olla, pero nadie quiso hacerse responsable de la misma. De dar crédito a sus declaraciones, la olla había aparecido milagrosamente en la cocina en algún momento en la noche del miércoles al jueves anterior.

Viendo que nadie se mostraba dispuesto a hacerse cargo de la cacerola decidí recogerla decidí adueñarme de ella por el módico precio de limpiarla en el caso de que estuviese sucia.

De nuevo en la cocina, destapé la olla de golpe. Una suerte de nube de diminutos insectos salió de la misma inmediatamente y escapó por la ventana que por suerte estaba abierta, mientras un olor putrefacto se apoderaba de la habitación produciéndome unas harcadas que a duras penas pude contener. El inmenso asco que me produjo aquella situación me impulsó a deshacerme lo antes posible de la olla que había vuelto a tapar, pero esa macabra curiosidad tan propia del ser humano superó incluso dicho impulso y me animó a descubrir lo que había en la olla.

Así pues, cubriendo nariz y boca con un trapo de cocina volví a destaparla, esta vez más lentamente. Cuando acabé de hacerlo y comprobé que no quedaba insecto alguno en la olla, me asomé a su interior. Allí, un líquido verdoso que antes debía haber sido una sopa burbujeaba lentamente.

En aquel instante una de mis compañeras se acercó por mi espalda.

- ¿Qué es esto? – preguntó.

Viendo que mi compañera no cubría su rostro descubrí el mío para comprobar incrédulo que el interior de la olla no desprendía ningún olor.

- No lo sé – le dije.
- ¿Es una sopa? – preguntó tras observar el líquido unos segundos.

De repente el líquido comenzó a burbujear bruscamente, moviendo la olla que lo contenía y casi abandonando la misma. Asustados, retrocedimos dos pasos, tras lo que el movimiento paró por completo, de nuevo bruscamente.

- ¿Qué coño ha sido eso? – cuestionó mi compañera.
- Ni idea, pero menudo susto nos hemos llevado. Creo que alguien cocinó una sopa hace una semana y la dejó cerrada aquí mismo durante todo este tiempo, y ahora por lo visto la sopa está putrefacta y suceden algunas reacciones químicas en la misma que la alteran.

Lena se acercó de nuevo a la olla y miró en su interior, tras lo que se giró un tanto pálida hacia mí y dijo con voz entrecortada:

- Mira esto.

El líquido verdoso estaba inmóvil dentro de la olla pero parecía haberse solidificado y formaba claramente las letras N y O. Asustado, agité bruscamente la olla y el líquido volvió a entremezclarse y formó como tal una superficie plana al fondo de su recipiente.

Mi compañera y yo nos miramos durante unos segundos.

- ¿Qué hacemos con esto? – dijo pensativa.

Entonces volvió a suceder: el líquido burbujeó agresivamente durante unos instantes dentro de la olla para detenerse después. Esta vez no nos apartamos y pudimos observar cómo en este proceso se formaba la palabra bébeme en el fondo del recipiente.

Mi compañera gritó espantada tras aquella segunda demostración del líquido y salió corriendo de la cocina.

Cogí la olla y el líquido volvió a tomar su forma natural como ya había sucedido. En aquel instante, y juraría que sumido en un trance quizás inducido por el líquido, porque tan sólo lo recuerdo vagamente, alcé el recipiente, lo incliné delante de mí y bebí su contenido totalmente.

- Y juraría que desde entonces me viene doliendo la tripa y tengo fiebre, doctor.

- Joder Extraño Desconocido, no sé ya cómo decirte que no te voy a dar la baja otra por muchas gilipolleces que me cuentes, hostias. Voy a llamar para que te echen de la consulta a ver si así se te mete en la cabeza de una puñetera vez.

2 comentarios:

Tequila dijo...

Jo... yo que me pensaba que ibas a hablar de magia, pócimas, etc.

JuanRa Diablo dijo...

Pero, pero... ¡que declare aquella compañera que salió huyendo. ¡¡Ella también lo vió!!